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comunicarme con ira

Ira y conductas explosivas: cuando reacciono como un volcán

La ira es legítima: señala límites y necesidades. El problema aparece cuando explota y nos deja con culpa, distancia y asuntos sin resolver. Buena parte del trabajo consiste en detectar señales tempranas y aprender a expresar la ira antes de que estalle.

Qué es realmente la ira

  • Es una emoción primaria que protege lo valioso (tu tiempo, tus valores, tu seguridad).

  • No es violencia ni descontrol; eso es la conducta que puede aparecer si no gestionamos la activación.

  • El objetivo no es “no enfadarme”, sino usar la ira como información y actuar con intención.

Señales de activación (tu “sismógrafo” interno)

Cuando el volcán empieza a rugir, suelen aparecer:

  • Tensión en mandíbula, cuello, hombros; respiración superficial.

  • Calor en la cara, aceleración del pulso.

  • Puños cerrados, postura rígida, mirada fija.

  • Pensamiento “todo o nada”, urgencia por “tener la razón”, tono sarcástico o cortante.

  • Impulsos: interrumpir, subir el volumen, enviar ese mensaje “ya”.

Tip: el 80% del trabajo es reconocer a tiempo estas señales. Dales un nombre: “Estoy en amarillo” (activación moderada) vs. “Estoy en rojo” (a punto de estallar).

Qué hacemos en consulta

  1. Regulación fisiológica

    • Pausa de 90 segundos (no es huida: es estrategia). Aparte 5 minutos si estás en “rojo”.

    • Respiración 4-6 (inhala 4, exhala 6) durante 2–3 minutos.

    • Movimiento breve: caminar, estirar hombros, agua fría en muñecas/cara.

    • Salir y volver: acuerda con la otra persona “pauso y retomo a las 18:30”.

  2. Asertividad en 3 pasos: Cuando pasa X, me siento Y, y necesito Z. ¿Podemos…?

    Ejemplos:

    • “Cuando se cambian los planes en el último momento, me siento tenso y desbordado; necesito previsión. ¿Podemos fijar cambios con 24 h de antelación?”

    • “Cuando me interrumpes, me frustro; necesito terminar la idea. ¿Te parece que usemos turnos?”

  3. Reparación si hubo daño:

    • Reconocer lo ocurrido sin excusas: “Ayer levanté la voz.”

    • Validar el impacto: “Entiendo que te asustara y te doliera.”

    • Acordar cambios: “La próxima vez haré una pausa de 5 min y retomaré en calma.”

  4. Prevención (el “cableado” del día a día)
    • Sueño 7–9 h, reducir alcohol/cafeína tarde.
    • Límites laborales: horarios visibles, no responder fuera de franja salvo urgencia real.
    • Movimiento regular (3×/semana mínimo).
    • Descargas saludables: escribir, boxeo con saco, caminar rápido, duchas frías.
    • Hambre/estresores: come a horas; mini-pausas cada 90 min.

Entrenar una salida distinta

Protocolo STOP (10–60 s)

  • Stop – Detente.

  • Toma aire – 3 respiraciones 4-6.

  • Observa – ¿Amarillo o rojo? ¿Qué emoción exacta?

  • Procede – Con tu guion asertivo.

Guion de 10 segundos

“Voy a pausar 5 minutos, camino y vuelvo. Luego nombro el hecho, la emoción y la necesidad.”

Secuencia de retorno

    • Hecho: “Ayer, en la reunión, se cambió el alcance sin avisar.”
    • Emoción: “Me sentí enfadado y preocupado por el plazo.”

    • Necesidad/petición: “Necesito que acordemos cambios con el equipo antes de confirmarlos. ¿Lo revisamos ahora 15 min?”

Neuroplasticidad: la práctica repetida fortalece rutas neuronales de calma y asertividad. Piensa en repeticiones, no en perfección.

Pensamientos que alimentan el fuego (y alternativas)

  • “Si cedo, pierdo” → Reencuadre: Ceder no es rendirse; es elegir la mejor estrategia para mi objetivo.

  • “Siempre me hacen lo mismo” → Evita el siempre/nunca; usa datos concretos (“En las últimas 2 semanas…”).

  • “Tengo que corregirlo ya” → Demora inteligente: “Lo hablaré mañana a primera hora, con calma.”

Plan de 14 días

Día 1–3: Registra 2 episodios: activación (0–10), señales, qué te ayudó.
Día 4–6: Practica la respiración 4-6 mañana y tarde (2 min).
Día 7–9: Ensaya el guion de 10 s frente al espejo o en nota de móvil.
Día 10–12: Aplica STOP en una conversación real.
Día 13–14: Haz una reparación (si procede) y plan de prevención semanal.

Indicador de progreso: No es “no enfadarme”, es detectar antes, bajar intensidad y recuperar la relación más rápido.

Entrenar una salida distinta

La próxima vez que notes el volcán, prueba: “pauso 5 minutos, camino y vuelvo”; luego nombra el hecho, la emoción y la necesidad. La práctica repetida cambia rutas neuronales y relaciones.

Pasar del volcán a la firmeza tranquila es posible y muy liberador.
Si te preocupa tu forma de reaccionar, este puede ser el inicio de vínculos más seguros y un diálogo más amable contigo.

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